ETERNO RETORNO

Estas historias son como lanitas sueltas que la nona va ovillando en un bollito y una vez que adquiere volumen, las va desovillando para hacer algo con todas como si fueran una sola cosa. Así son estas narraciones, dichos, frases sueltas, conjeturas patinadas por una memoria tenue que -a veces- toman forma en la mano de quien las intenta reunir.

domingo, 26 de julio de 2015

Sin tiempo ni espacio

Sabe que el tiempo es escaso.
Sabe que, paradójicamente, ese tiempo que su civilización venció a base de creatividad y tecnología se ha convertido en su peor enemigo.
Apenas cubierto por un par de rocas contempla cómo lo están buscando, cómo se mueven sus perseguidores.
Se pregunta si habrá más sobrevivientes. Tal vez ya no queden. No escucha ya el fragor indecente del combate. Sólo lo buscan a él.
Se pregunta si tendrá la posibilidad de verlos cara a cara antes de su muerte. Si podrá saber cómo son a corta distancia. Si sus ojos tendrán brillos o serán cuencas resecas. Se pregunta si habrá distintos géneros.
Recostado ya de espaldas a una de las rocas, se dispone a esperar y a imaginarlos.
Dirige su pensamiento a configurar rostros de esos seres que desconoce, a imaginar relieves faciales, perfiles, gestos, movimientos interiores a la delgada lámina que los recubre.
Y, cada tanto, el filo del tiempo… Haber sido capaz de atravesar distancias incomprensibles para su entendimiento, solo para acabar allí, acorralado en ese escondite polvoriento.
Y se le ocurren más paradojas, porque entiende su demasiado próxima muerte como una de ellas. Tanto tiempo soñó viajar como un trashumante universal bañado de polvo de estrellas, para estar sin moverse un ápice, estático, recubierto del polvo de un suelo duro, esperando un final que –deseó con todas sus fuerzas- sea rápido sin la superposición de un nuevo y fatal dolor con el producido por abandonar a los suyos en esta loca aventura.
Tanta vanidad de la conquista, tanto espacio, tantos astros signados con su nombre, para que -final insensato- sólo unos palmos recojan lo que quede de él, cuando lleguen.
Se aovilla tras las rocas. Él, que nunca tuvo miedo, está solo. Lejos de su mundo, de todo aquello que le dio sentido a su combate. La muerte le parece menos terrible que la soledad.
Ya los oye comunicarse. Descubre –o cree descubrir- el odio en el tono de los sonidos que emiten. Se acortan las distancias. Se acorta el tiempo. Tal como los expertos que programaron la conquista les explicaron al gran contingente de invasores. Acortar el espacio y el tiempo para atravesar la infinitud. Sonríe en un extraño rictus al pensar en esto. Y luego se aovilla más.
Lo sonidos se van espaciando, se han puesto cuidadosos porque saben que está en las cercanías. No hay mucho donde esconderse. No tardarán.
Por primera vez desde el comienzo de su periplo piensa en los mitos primordiales. Se pregunta por la creación, por el sentido de todas las cosas y por las explicaciones que daban pensadores satisfechos de sí mismos. Y se aterroriza al considerar la posibilidad de una eternidad en soledad. Prolongar el asedio que sufre ahora en una sucesión infinita de momentos acorralado por la nada.
Se acercan. Oye pasos. Ya no queda tiempo, ya no queda espacio.
Y se pone de pie.

8 comentarios:

  1. Que relato tan sombrío y al mismo tiempo con un personaje tan desafiante, para no tener miedo en esas circunstancias tan funestas.

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    1. Este relato formaba parte de un conjunto de cuentos relacionados con civilizaciones extraterrestres que escribimos hace un tiempo con otros autores con la intención de publicarlos. Quedó solamente en intención.

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  2. que lástima, es bueno y crear un libro , para los que intentamos escribir, es el anhelo supremo..... salu2 master....

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    1. Y, sí!! No sé si llegará el libro y, la verdad no sé si me interesa gran cosa, salvo por el hecho de que a lo mejor hay más gente que me lea, lo que siempre está bueno.
      Abrazo

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  3. Muy buen relato Oso ¡Cuánto suspenso!
    Eso de la espera y la decisión de enfrentar el destino antes que esperar me recordó ciertas secuencias de Hemingway en "Por quien doblan las campanas" y también al cuento "Reunión" de Cortázar.
    Excelente, ojalá algún día se edite un libro con tus relatos

    Abrazo Cuervo!

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    1. Gracias, cuervomaster!
      Aprovecho para poner estos relatos viejos, porque no ando inspirado para hacer algunos nuevos. En una de esas me entusiasmo...
      Abrazo

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  4. Ojalá los seres humanos nunca tengan que sentirse como el protagonista de este cuento, pienso en futuro porque no se me ocurre de otra manera.
    REM

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